Cuando estás en el negocio de la prestación de servicios, uno de los mayores desafíos a los que te enfrentas es la intangibilidad de tu oferta.
Tus clientes potenciales deben confiar en que tu trabajo será capaz de brindarles los resultados que necesitan.
Para facilitar este proceso y hacer que la venta de tus servicios sea más atractiva para los clientes, una estrategia eficaz es presentar tus servicios como productos con características y beneficios claramente definidos.
Al transformar tu servicio en un producto, puedes establecer un alcance específico para lo que ofreces, asignar un período de tiempo estimado para su entrega y fijar un precio concreto.
De esta manera, le estás proporcionando a tus clientes una mayor transparencia y claridad en lo que están adquiriendo, lo que facilita la toma de decisiones de compra.
Por ejemplo, en lugar de cobrar por hora, un abogado puede ofrecer un paquete de asesoramiento legal específico para la fundación de una empresa, con un precio fijo de 4000 euros.
Al presentar su servicio de esta manera, el abogado está brindando a sus clientes potenciales una idea clara de lo que recibirán a cambio de su inversión, lo que les permite tomar una decisión informada y sentirse más seguros al adquirir sus servicios.