La práctica del reparto de ingresos es una estrategia empresarial en la que las empresas comparten sus beneficios con una variedad de interesados, como socios complementarios e incluso competidores.
Este modelo de negocios tiene como objetivo crear relaciones simbióticas en las que se comparten las ganancias adicionales generadas a partir de la colaboración entre las partes involucradas.
Se trata de una forma de maximizar el valor creado en el proceso de generación de beneficios, permitiendo que cada parte obtenga una porción de los ingresos generados por el valor añadido para el cliente.
En resumen, el reparto de ingresos es una estrategia colaborativa que busca beneficiar a todas las partes involucradas en la cadena de valor, fomentando la cooperación y la generación de ganancias mutuas.