Los ingresos basados en el rendimiento son un modelo de negocio en el que el cliente paga en función del rendimiento o los resultados que obtiene del producto o servicio, en lugar de pagar una cantidad fija por el producto en sí mismo.
En este enfoque, el cliente paga de acuerdo con un indicador de rendimiento predefinido, como el tiempo de funcionamiento, la eficiencia energética o el rendimiento del producto.
Este modelo suele implicar una relación más estrecha entre el cliente y el proveedor, ya que el proveedor asume parte del riesgo y la responsabilidad de garantizar que el producto o servicio cumpla con los estándares acordados.
Un ejemplo común de ingresos basados en el rendimiento es el modelo power-by-the-hour de empresas como Rolls-Royce en la industria aeroespacial.
En lugar de vender los motores de aeronaves directamente, Rolls-Royce ofrece a las aerolíneas la posibilidad de pagar por las horas de funcionamiento de los motores.
De esta manera, las aerolíneas pueden reducir sus costos fijos y solo pagan por el tiempo en el que los motores están en uso, mientras que Rolls-Royce se encarga de la mantenimiento y garantiza un rendimiento óptimo.
En resumen, los ingresos basados en el rendimiento ofrecen una mayor flexibilidad a los clientes, permitiéndoles pagar por los resultados en lugar de los productos, y fomentan una colaboración más estrecha entre proveedores y clientes para lograr objetivos comunes de rendimiento y eficiencia.