El traslado de los productos consumibles desde el punto de venta hasta el lugar de consumo es una estrategia efectiva que puede aumentar la fidelización de los clientes y mejorar la retención de los mismos.
Al alejar el punto de venta de los productos de la competencia, se reduce la sensibilidad de los clientes al precio, lo que puede resultar en una mayor preferencia por los productos ofrecidos en ese punto de venta específico.
Esto, a su vez, puede generar un aumento en las ventas y en la lealtad de los clientes hacia la marca o negocio.
Este tipo de estrategia logística puede ser especialmente beneficioso en entornos competitivos donde destacarse y diferenciarse de la competencia es clave para el éxito comercial.