La estrategia convencional de negocios se enfoca en satisfacer a los clientes más contentos, ofreciéndoles productos o servicios que ya conocen y aprecian.
Sin embargo, existe un enfoque alternativo que consiste en dirigir la atención hacia los clientes menos satisfechos, aquellos que tal vez no han encontrado lo que están buscando o que tienen necesidades no satisfechas.
Al escuchar sus opiniones y preguntarles qué les gustaría ver cambiado o mejorado, las empresas pueden descubrir nuevas oportunidades de innovación y diferenciación en el mercado.
Al analizar las necesidades y deseos de este segmento de clientes, las organizaciones pueden identificar áreas de mejora y desarrollar soluciones que generen un mayor impacto en su satisfacción y fidelización.
Esta perspectiva centrada en los clientes menos satisfechos puede resultar en ideas creativas y disruptivas que impulsen el crecimiento del negocio y la construcción de relaciones más sólidas con la clientela.