Un integrador es un tipo de empresa que se encarga de coordinar y controlar la mayoría de las etapas involucradas en un proceso de creación de valor.
Esto implica que la empresa posee y gestiona internamente todos los recursos y habilidades necesarios para llevar a cabo la generación de valor, en lugar de depender de proveedores externos.
Al mantener control sobre todas las etapas del proceso, el integrador tiene la capacidad de obtener beneficios significativos, como mayor eficiencia en la producción, economías de escala al optimizar el uso de recursos, y una menor dependencia de proveedores externos.
Estos beneficios suelen traducirse en ahorros de costes para la empresa y en una mayor estabilidad en la generación de valor a lo largo del tiempo.
En resumen, los integradores juegan un papel crucial en la optimización de los procesos de creación de valor, permitiendo a las empresas controlar y maximizar su rendimiento de manera más efectiva.
