How The Mighty Fall: And Why Some Companies Never Give In
Cómo caen los poderosos: Y por qué algunas empresas nunca se rinden
James C. Collins
El declive se puede evitar.
El declive se puede detectar.
El declive se puede revertir.
En medio del desolado paisaje de las grandes empresas caídas, Jim Collins comenzó a preguntarse: ¿Cómo caen los poderosos? ¿Se puede detectar el declive temprano y evitarlo? ¿Hasta qué punto puede una empresa caer antes de que el camino hacia la perdición se vuelva inevitable e inquebrantable? ¿Cómo pueden las empresas cambiar de rumbo?.
En <em>Cómo caen los poderosos</em>, Collins aborda estas preguntas, ofreciendo a los líderes la esperanza bien fundamentada de que pueden aprender cómo evitar el declive y, si se encuentran en caída libre, revertir su curso.
El proyecto de investigación de Collins, que duró más de cuatro años, descubrió cinco etapas de declive de forma progresiva:.
Etapa 1: El orgullo nacido del éxito.
Etapa 2: La búsqueda indisciplinada de más.
Etapa 3: Negación del riesgo y peligro.
Etapa 4: Desesperadamente en busca de salvación.
Etapa 5: Rendición ante la irrelevancia o la muerte.
Al comprender estas etapas de declive, los líderes pueden reducir substancialmente sus posibilidades de caer hasta el fondo.
Las grandes empresas pueden tropezar, en gran medida, y recuperarse.
Toda institución, por grande que sea, es vulnerable al declive.
No hay una ley de la naturaleza que establezca que los más poderosos inevitablemente permanecerán en la cima.
Cualquiera puede caer y la mayoría eventualmente lo hace.
Pero, como destaca la investigación de Collins, algunas empresas sí se recuperan, en algunos casos, volviendo incluso más fuertes, incluso después de haber tocado fondo en la Etapa 4.
El declive, resulta ser en gran parte autoinfligido, y el camino hacia la recuperación radica en gran medida en nuestras propias manos.
No estamos encarcelados por nuestras circunstancias, nuestra historia, ni siquiera nuestras derrotas asombrosas en el camino.
Mientras nunca quedemos completamente fuera del juego, la esperanza siempre permanece.
Los poderosos pueden caer, pero a menudo pueden volver a levantarse.
