Esta idea de negocio se centra en la fabricación de etanol a partir de los desechos de remolacha azucarera generados por la industria alimentaria. La startup ha desarrollado un proceso patentado que permite aprovechar estos desechos y convertirlos en una fuente de energía renovable y sostenible.
El proceso consiste en recoger los desechos de remolacha azucarera de la industria alimentaria y someterlos a un tratamiento especial en la fábrica de azúcar. Este tratamiento patentado permite extraer el azúcar residual de los desechos y convertirlo en etanol.
El etanol producido puede ser utilizado como combustible en vehículos, generación de energía o como materia prima para la producción de productos químicos. El proceso no solo contribuye a la reducción de los desechos de la industria alimentaria, sino que también disminuye la dependencia de los combustibles fósiles y promueve el uso de energías limpias.
La viabilidad de este negocio se basa en la disponibilidad de desechos de remolacha azucarera, así como en la demanda de etanol como fuente de energía sostenible. La startup planea establecer alianzas estratégicas con la industria alimentaria y desarrollar acuerdos de suministro a largo plazo para garantizar el abastecimiento de los desechos necesarios para la producción de etanol.
Además, se explorarán diferentes vías de monetización, como la venta de etanol a empresas del sector energético, la venta de subproductos derivados del proceso de fabricación, como la vinaza, y la generación de certificados de energía renovable para su venta en mercados especializados.
En resumen, esta startup tiene como objetivo aprovechar los desechos de remolacha azucarera de la industria alimentaria para producir etanol a través de un proceso patentado. Con esto, contribuye a la reducción de los residuos, promueve el uso de energías renovables y busca generar ingresos a través de diferentes vías de monetización.